sábado, 12 de septiembre de 2015

Paso a Paso: Santorcaz

Qué encontrarás en esta entrada?
  • Ruta para llegar de Alcalá a Santorcaz.
  • Fotos del camino.
  • Un poco de historia de los pueblos que nos rodean. 

Santorcaz es un pequeño municipio de la Comunidad de Madrid de menos de 1.000 habitantes. Es parte de la región llamada "La Alcarria de Alcalá". Fue fundada bajo el nombre de Metercosa por los íberos y su nombre actual hace referencia a San Torcuato. Entre sus monumentos destaca el Castillo de Torremocha, el cual fue prisión de Gonzalo Giménez de Cisneros (el que llegaría a ser el Cardenal Cisneros) tras sus enfrentamientos con Alfonso Carrillo de Acuña (por aquel entonces, arzobispo de Toledo).


Nuestro camino empieza en la estación de RENFE Cercanías de "Alcalá de Henares - Universidad", un pequeño apeadero que da acceso al campus de la Universidad de Alcalá de Henares, al Real Jardín Botánico Juan Carlos I, a un centro de ocio y a otro comercial. Cruzamos la A-2 por un túnel que comunica el centro de ocio con el centro comercial. Nuestro objetivo es llegar al Camino de los Afligidos. Esta parte del trayecto es un poco aburrida porque escasea de hitos naturales. De hecho, gran parte de este camino pasa por un polígono industrial. Sólo al fondo, Los Cerros de Alcalá, presididos por el majestuoso Ecce Homo, y la silueta de la iglesia de Los Santos de la Humosa coronando la línea del horizonte, hacen que las vistas sean dignas.

Nuestra idea es alcanzar primeramente Los Santos de la Humosa. No sería la primera vez, y es por ello por lo que decidiremos ampliar la ruta al llegar a este punto.

Los Santos de la Humosa es un pueblo de algo más de 2.000 habitantes, cuyo monumento más visible es la Iglesia de San Pedro.

Iglesia de San Pedro

Este edificio del s.XVI - XVII está situado en la parte más alta del municipio, y se puede ver desde Alcalá, dibujando el contorno del horizonte. Es más, en el dibujo que realizó de Alcalá de Henares Anton van der Wyngaerde en 1565, del cual hablamos recientemente, aparece - si no me equivoco - esta iglesia como un pequeño detalle al fondo.

Detalle del dibujo de Anton van der Wyngaerde (1565): ¿Los Santos de la Humosa?

Pero nos hemos adelantado un poco. Estamos aún en el Camino de los Afligidos, andando en dirección nordeste por un feo polígono industrial del cual podemos evadirnos divisando Los Cerros y Iglesia de San Pedro. Un poco más adelante un puente cruza el Río Henares y da paso al llamado Camino de la Barca. Esta es una ruta ya menos urbana que lleva casi en línea recta hasta nuestro primer destino: Los Santos de la Humosa.

El Camino de la Barca es un sendero bien señalizado. En un primer tramo pasa por al lado del río, siendo habitual un fresco paisaje con álamos y tarayales.

Detalle de la ruta a la altura del Camino de la Barca

Según se aleja del río (por Las Callejuelas, El Cominar, Las Tres Cruces, El Pijuar, etc.) empiezan las tierras de cultivo y la estampa se vuelve más árida. Como en otras zonas de la región, predominan los olivares.




El camino va subiendo poco a poco unos 300m, desde algo menos de los 600 hasta los 890 msnm. Según vamos ascendiendo vamos disfrutando de mejores vista.



Ya casi arriba del todo, encontramos un desvío a nuestra derecha. Éste nos ayudará a acceder al pueblo sin meterse demasiado por la carretera.

La línea roja muestra el camino planeado (por carretera). La línea azul (real seguido) acorta y evita cruzar por sitios peligrosos.

Llegamos, ahora sí, a los Los Santos de la Humosa. Deberemos subir un poco, a la zona más alta del pueblo, para ver su pintoresca Iglesia de San Pedro.

Iglesia de San Pedro

Pillamos al pueblo en los preparativos para las fiestas, que empezarán al día siguiente (del 7 al 12 de septiembre), y que se celebran en honor a la Virgen de la Humosa.

En este punto una duda acecha nuestras mentes: "¿seguimos andando hasta el siguiente pueblo?". Y es que a tan solo unos kilómetros permanece desafiante el pueblo de Santorcaz. Decidimos aventurarnos a conocer este antiguo pueblo al borde de la línea divisoria entre la Comunidad de Madrid y Guadalajara.

Desconocemos si hay algún camino más apropiado para unir ambos municipios, pero nosotros optamos, no muy convencidos, por seguir el trazado de la carretera (la M-223). La verdad es que el camino se nos hace un poco complicado por no estar preparado para su uso peatonal. Arcenes bastante estrechos y una carretera con alguna curva de poca visibilidad. Sin embargo, tras revisar los mapas no encontramos un camino que llevase más directo, y cualquier otra opción hubiese supuesto desviarse demasiado.

Detalle de la ruta entre Los Santos de la Humosa (arriba izquierda) y Santorcaz (abajo derecha).

En este tramo podemos ver una interesante pista de Karts, en la que desafían a la velocidad de manera continua. También llama la atención el trazado de la línea de ferrocarril de alta velocidad, que corta el paisaje rural como un fino cuchillo de innovación tecnológica que deja su hendidura a lo largo de varios kilómetros.

Circuito de Karts

Línea de ferrocarril

Algo más adelante, junto a la carretera, encontramos un agradable pinar con abundante sombra y unas mesas para poder descansar y recuperar fuerzas. Cual agradable llamada de sirenas, nos atonta y lo seguimos pensando que se extendía paralelo a la carretera, pero lo cierto es que nos estaba alejando cada vez más de nuestro destino. Nos percatamos y corregimos la ruta, siguiendo por esa carretera con poco arcén y ninguna sombra. Suerte que el día que escogimos no era especialmente caluroso.

No sería nuestro último despiste: poco antes de llegar a la Carretera de Pastrana, en las inmediaciones de nuestro destino, la imagen de un pueblo en el horizonte nos incita a desviarnos hacia el oeste. Unos metros nos cuesta darnos cuenta de que en realidad estábamos andando en dirección a Anchuelo, pueblo que ya visitamos en su día, y cuya ruta nos desviaba de nuestro verdadero objetivo: Santorcaz.

Volvemos en sentido contrario por la Carretera de Pastrana y un poco más adelante, por fin el pueblo se nos presenta. Mi primera sensación sobre Santorcaz es buena. Un desvío nos saca de la carretera por una zona arbolada con una enorme casa azul bastante llamativa. Parece un sitio agradable, tranquilo y lleno de historia.

Restos históricos de Santorcaz

No tardo en ver una paloma torcaz, distinguible por sus marcas blancas en el cuello, y encuentro cierta ironía en dicho hallazgo en un pueblo que, en realidad, debe su nombre a motivos muy distintos a su avifauna, como hemos comentado al principio.

Destaca la Iglesia de San Torcuato, que está dando campanadas como si nos recibiera justo a nuestra llegada. De arquitectura austera, está adosada a los restos del Castillo de Torremocha, donde - como hemos comentado al principio - estuvieron encerrados personajes como el Cardenal Cisneros o la Princesa de Éboli.

Iglesia de San Torcuato

Muralla del Castillo de Torremocha


Tras una breve vuelta por el pueblo, regresamos siguiendo el mismo camino que hicimos a la ida. El Camino de la Barca nos sorprende con un bonito paisaje a la hora de nuestra vuelta.







Tras unos 28 Km (más los de ida y vuelta desde nuestra casa a la estación, que en total bien pasan de los 30), estamos en disposición de tachar un hito más en nuestro mapa de la Campiña de Alcalá:



Ya van quedando menos, aunque los que quedan, quedan también bien lejos. Espero poderlos ir alcanzando todos con el tiempo.

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