Es como el bicho que se dirige hacia la luz intensa que lo va a quemar, pero el dueño de tal artefacto se "apiada" de él en el último momento y le mete en un tarro impidiendo que perezca.
Ya no llegará nunca a ser feliz, puesto que ya ha visto esa luz y siente la necesidad de quemarse en ella... pero a la vez es consciente que su destino es no alcanzarla jamás. Y así se pasa su vida, dando vueltas en su bote, soñando que se quema, torturado por su instinto que le obliga a desear fallecer y condenado por una frágil pared de cristal a quedarse en el camino hacia tal glorioso final imaginado.
de qué luz estás privado?
ResponderEliminar(murcielago)
De una de color rojo XD, ya te contaré ;)!
ResponderEliminarA ver, sobre este texto, te quería preguntar si es tuyo o pertenece a algún otro texto, porque tal vez te lo robe y quería saberlo ¬¬
ResponderEliminar:P
Es que me mola!