lunes, 8 de octubre de 2012

Más que "cool", cooler

Qué encontrarás en esta entrada?
  • Cambio de un disipador.
  • Gráficas de temperatura.

Recientemente me he comprado un ordenador por piezas. La operación, no exenta de cierto riesgo :p, ha salido al final bastante bien tras resolver algunos problemillas menores con la inestimable ayuda de Altair·Mikoto.

Una de las cosas que más insatisfacción me produjo en mi nuevo ordenador era lo "apurado" que parecía que iba: mucho ruido, mucho calor desprendido, parecía que con cada operación estaba a punto de exhalar su último aliento. No era lo que esperaba precisamente de un ordenador nuevo.

Decidí hacerle una prueba. Para ello, puse a revelar una foto con RawTherapee (operación bastante habitual en mi día a día). El perfil estándar de revelado que utilizo como base con RawTherapee por lo visto ha resultado ser una oda a la ineficiencia capaz de poner a prueba mi sistema. Tal vez debería revisarlo... pero de momento me sirve como un método fabuloso para testar el rendimiento de mi equipo.


Lo primero que sorprende (al menos, a mi me sorprendió) es que la aplicación satura la capacidad de procesamiento de mi ordenador (pone a mis ocho procesadores al 100%). Lo siguiente que me preocupó es la temperatura del procesador: llega a los 77ºC. Como tampoco tengo un conocimiento de las temperaturas ideales para mi procesador, en mi caso noté que algo no iba muy bien por dos cosas: que la caja estaba muy caliente, y que el ventilador hacía un ruido enorme, y es que, como se puede ver en la imagen de arriba, está girando a nada más ni nada menos que a 6683 revoluciones por minuto!!!

La solución pasó por comprar un disipador mejor (no están muy caros) y ya, de paso, un ventilador adicional para la caja. Por unos 35€ tuve todo, obteniendo la siguiente respuesta en las mismas condiciones:


En este caso, la temperatura en general baja unos 10ºC (la máxima para el procesador durante esta prueba es de 68ºC y la temperatura de la placa base está 14ºC por debajo que antes). Además, el ventilador no da la impresión de que esté al límite: no hace ningún ruido y podría girar aún más deprisa si la temperatura se descontrolase. La velocidad máxima de rotación es en este caso de 1762 rpm, muy inferior a la de su antecesor, lo que contribuye a que sea casi insonoro. Al tocar la caja, se mantiene bastante fría en cualquier situación.

Las curvas de enfriamiento eran buenas con ambos disipadores. Una vez finalizada la prueba, en muy poco tiempo el sistema volvía a su temperatura base y los ventiladores se tranquilizaban (si bien es verdad, que la temperatura base con el primer disipador era de unos 10ºC por encima de la que es ahora).


En definitiva, por 35€ (lo que ha costado el disipador que veis en la imagen de arriba y un ventilador grande que he puesto en la caja) he conseguido bajar la temperatura del procesador unos 10ºC en cualquier situación y más aún la temperatura en el resto del equipo, ya que el nuevo ventilador de la caja impide que se acumule el calor en las cercanías del nuevo disipador. Pero sobre todo, he conseguido que dé una sensación de estabilidad y durabilidad que antes estaba echando en falta: ahora el sistema de ventilación no va apurado, no hace ningún ruido y da la impresión de que podría responder correctamente si se llegasen a situaciones aún más extremas (veremos en verano). Creo que con este "trasplante de pulmunes" he mejorado sustancialmente la calidad y esperanza de vida de mi paciente.

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