sábado, 21 de septiembre de 2019

Mapeando

Qué encontrarás en esta entrada?
  • ¿Qué es MyMaps?
  • Tutorial de cómo crear mapas con MyMaps.

Hace poco constaté que el servicio MyMaps de Google sorprendentemente puede llegar a ser un gran desconocido. Sinceramente, me desconsuela utilizar funcionalidades de Google tremendamente prácticas y gratuitas que nadie más conoce, porque al tiempo, de no usarlas, las van retirando. Así hemos perdido auténticas joyas que, de no desaparecer del todo, al menos se abandonan sus desarrollos y se quedan estancadas, obsoletas, cuando nacieron de ideas revolucionarias.

Creo que en parte es un problema de marketing, de no saberlo vender, pero en cualquier caso, quiero poner mi granito de arena recordando a todo senderista que quiera dibujar la ruta por la que vaya a ir a pasear, a todo bloguero que quiera mostrar a su audiencia un mapa de lo que sea, a todo freaky que quiera llevar su registro privado de los últimos avistamientos de OVNIs (en estos días en los que parecen estar especialmente de moda), que tiene una herramienta gratuita poderosísima: MyMaps, de Google.


MyMaps es una herramienta web con la que puedes hacer tus mapas sin instalar nada en tu ordenador. Existen otros programas para el ordenador muy complejos y potentes, pero para entrar en este completo editor, sólo necesitas un navegador web y una cuenta de Google. Con ello básicamente puedes dibujar rutas y puntos de interés sobre un mapa, que puedes dejar para tu uso privado, puedes compartirlo con diferentes opciones de privacidad, e incluso puedes insertarlo en tu página web o blog.

¡Vamos al lío! Podéis acceder al servicio en esta URL. Desde allí, pulsáis "EMPEZAR" y se da paso a la magia.


Lo primero que nos encontramos es una página con los mapas que ya tenemos creados (en mi caso, el que hice para la comparativa de la última entrada). Pulsamos en "+ CREAR UN NUEVO MAPA" y nos aparece el editor.


El editor es de lo más completo, intuitivo y fluido que he visto. En la parte de arriba a la izquierda podemos editar el nombre y la descripción.


Más abajo, se ven varias opciones, entre las que se incluye el importar una ruta.


Esta es una de las formas en las que podemos hacer un mapa. Imaginemos que queremos subir una ruta que ya hemos grabado con nuestro GPS o móvil. Lo normal es que esa ruta la podamos exportar a un archivo con formato "gpx". Sólo tendríamos que arrastrarlo al la ventana de importación para que nos cargase la ruta en el mapa que estamos creando. Después, por su puesto, podríamos editarlo como queramos.

En este caso vamos a crear nuestra ruta de cero (aunque todo lo que se diga valdría para completar una ruta que hayamos importado como indicábamos en el párrafo anterior). Vamos a empezar por cambiar el mapa de fondo: es la última opción del cuadro de arriba a la izquierda.


Uno de los problemas de otros editores de mapas es que no pueden usar un mapa de Google porque tienen que pagar por ellos. En este caso, tenemos varios mapas, incluyendo la vista por satélite, que es muy útil para colocar WayPoints. Los WayPoints son unos puntos que me parecen interesantes y quiero señalarlos en mi mapa, como por ejemplo, un avistamiento OVNI, un bar con 3x1 los miércoles por la noche, un monumento que quiera visitar en mis vacaciones, el pico al que quiero subir este finde, etc. Para activar la herramienta de WayPoints hay que pinchar en la chincheta (lo que parece una gota de agua cayendo hacia arriba).


Luego, pinchamos en el punto del mapa que queramos.


Allí podemos ponerle nombre y un texto descriptivo. Pinchando en la cámara también podemos ponerle una o varias fotos (ya sean subidas desde nuestro ordenador, o desde Internet).


Cuando le damos a guardar, nos aparecen nuevos iconos en la parte inferior derecha del popup del WayPoint. El de más a la derecha (papelera) es para borrar el punto, el de su izquierda (flechas) crea una capa nueva con indicaciones de Google para llegar hasta este punto, el siguiente (la cámara) sirve para añadir fotos, el lápiz es para editar el título, la descripción y borrar las fotos si se quiere, y el de más a la izquierda sirve para cambiar el color y el dibujo del icono con el que se mostrará en el mapa.


Por defecto, este último botón muestra los colores, unos iconos básicos, y los de uso reciente en el mapa en el que se está trabajando. En "Más iconos" hay infinidad de ellos, permitiéndote incluso subir tus propios iconos personalizados (botón en la parte inferior izquierda).


Lo siguiente que podemos hacer es crear una ruta. Las rutas son líneas que en principio pensamos seguir. Al dibujarlas sobre el mapa nos dan luego información sobre la distancia recorrida. Para dibujarla, pinchamos sobre la herramienta correspondiente (unos círculos unidos por líneas) y nos salen varias opciones: "Añadir línea o forma" (dibujo libre de la ruta), o las opciones de rutas automáticas de Google (en coches, bici, o andando).


Para las opciones automáticas es necesario que Google tenga bien reconocidos los caminos, y eso no ocurre cuando vas campo a través, o por senderos pequeños, por lo que yo recomendaría casi siempre el uso de la primera opción. Con la primera opción, sólo hay que ir pinchando donde queramos hacer el siguiente punto de la ruta, dibujándola punto a punto (la distancia entre puntos se une con una línea recta). Con doble click cortamos la línea y nos aparece el cuadro para introducir el nombre y la descripción de la ruta (así como fotos si quisiéramos).


Una vez guardado, nos da la distancia que mide la línea (y el área si hemos dibujado una forma cerrada) y nos aparecen los botones de edición, similares a los que hemos vistos para el WayPoint.


En este caso, el botón de formato (el de la izquierda), permite cambiar el color y el grosor de la línea.


Cuando tenemos seleccionada la ruta, se ven los puntos que la conforman, pudiéndolos mover para editar su recorrido. Entre dos puntos creados o movidos con el ratón siempre se genera uno en medio, lo que permite afinar en el trazado intermedio.

Ya está casi terminado. Sólo indicar que hemos trabajado en una sola capa, pero que en las opciones de la izquierda os permite crear varias capas en las que agrupar rutas y WayPoints al gusto, pudiéndolos cambiar de una a otra capa arrastrándolos con el ratón una vez creadas.


Si queremos el mapa para nosotros mismos, ya hemos acabado. Podemos verlo en el móvil desde la aplicación Google Maps, en "Tus sitios" > "Mapas".





También podemos querer cargarlo en alguna otra aplicación (como en OruxMaps). MyMaps exporta a "kml" y "kmz", formatos bastante populares como para que los reconozcan muchas aplicaciones (como OruxMaps), pero en caso contrario, existen otras muchas herramientas que pueden convertir los formatos anteriores a "gpx" (por ejemplo, el moribundo GPSies lo hace con su herramienta online).

Aunque no suelo necesitarlo, en mi caso, a veces paso de "kml" a "gpx" en Linux con GPSBabel, a través del comando:

gpsbabel -i kml -f archivo.kml -o gpx -F archivo.gpx

¿Y enviárselo a alguien? Hay distintas formas de compartir estos mapas (el botón "+ Compartir" está debajo de la descripción del mapa, en el cuadro de arriba a la izquierda). Por defecto, el mapa se crea contigo como único propietario, sólo accesible para colaboradores.


Sin embargo, puedes compartirlo con una lista determinada de usuarios, con cualquier usuario que posea el enlace que se genera, o puedes dejarlo público totalmente para que todo el mundo pueda verlo sin ni siquiera iniciar sesión en Google.


También se puede elegir si los demás sólo pueden ver el contenido, o además pueden modificarlo (de manera que podrías crear un mapa colaborativo con varios amigos).

Vamos a dejar el nuestro público (aunque no modificable), que para eso lo hemos hecho. Se genera un enlace como este al que podréis acceder cualquiera.

Finalmente, vamos a insertarlo en nuestro blog. Para ello, hay que dar a los puntitos de al lado del título y seleccionar "Insertar en mi sitio web".


Eso te da un código iframe que sólo hay que colocar en el código HTML de tu web o blog. El resultado es el siguiente mapa interactivo.


En resumen: MyMaps es una herramienta gratuita y potente, que además es fácil de usar y ligera, en la que se puede crear desde cero o importar información desde otros mapas, y luego puedes compartirlo todo de múltiples formas. Una maravilla digna de darse a conocer.

P.D.: también existe una aplicación MyMaps para el móvil (podéis descargarla en Google Play Store).




Sin embargo, para visualizar los mapas desde el móvil a mi me resulta más sencillo hacerlo directamente desde la APP de Google Maps, y para editarlos, me es más cómodo hacerlo desde el ordenador.

viernes, 13 de septiembre de 2019

¿Adios GPSies?

Qué encontrarás en esta entrada?
  • Cambios con la compra de GPSies por parte de AllTrails.
  • Alternativas a ambas plataformas.

¡Oh! Las cosas buenas nunca duran demasiado. GPSies, la plataforma para crear/compartir mapas que he venido usado hasta ahora en esta página ha sido adquirida por AllTrails. Lo que podría ser una buena noticia se presenta con cierta incertidumbre que habrá que ir desvelando en los próximos meses.


¿Por qué es tan especial GPSies?


Descubrí GPSies a través de OruxMaps. Ya hemos hablado en este blog mucho de la que para mi es sin duda alguna la mejor aplicación para el tracking. El hecho de que GPSies tuviese integración directa con OruxMaps fue lo que me hizo fijarme en ella y cuenta como un primer punto a su favor.


Además de eso, GPSies incluye una serie de funcionalidades aparentemente sencillas, pero que cuesta encontrar juntas en ninguna otra plataforma:

  • Carga de rutas: la capacidad de poder cargar una ruta que hayas realizado a través de un fichero GPX o, en el caso de GPSies, exportándola directamente desde OruxMaps.
  • Edición de mapas: la capacidad de poder modificar tanto la ruta como los waypoints a posteriori en un editor intuitivo.
  • Waypoints: que se puedan importar los puntos marcados durante una ruta desde un GPX, y que se puedan editar y añadir más después desde un editor de mapas, incluyendo título, descripción y (opcionalmente) imagen.
  • Imágenes: que al subir imágenes geoetiquetadas las coloque directamente como waypoints en los puntos del mapa donde fueron tomadas.
  • Análisis de datos: para mi sería suficiente con la distancia total, el tiempo, y el perfil de altitudes interactivo que relacione cada punto de la ruta con su altitud.
  • Grupos de rutas: la capacidad de agrupar las rutas por las categorías que quieras, pudiendo enlazar o insertar en un blog los grupos enteros.
  • Inserción de widget: la capacidad de poder insertar el mapa con tu ruta y waypoints en tu blog o página.

Por último, el diseño estético de GPSies es mejorable, pero bastante aceptable comparado con otras alternativas.

Por ejemplo, una cosa que echaría de menos (si es que termina desapareciendo) sería poder insertar en el blog un mapa con un conjunto de rutas, como el siguiente, que muestra mis hasta el momento 12 rutas por la Alcarria de Alcalá.


Cambios tras la compra de AllTrails


GPSies lanzó un bombazo el pasado 26 de julio de 2019: la compra de la plataforma por parte de AllTrails. Recientemente ha comenzado la integración entre plataformas, que se ha notado sobre todo porque los antiguos widgets de GPSies de rutas simples (los de grupos de rutas van a parte) se han "actualizado" al formato AllTrails. En esta transformación, el widget resultante no es estéticamente feo, pero se han perdido las fotos y se han autotraducido los textos al inglés. Esta modificación afecta a todos los mapas que he ido poniendo en el blog desde hace años, de manera que mucho de los textos ahora son más confusos o directamente ininteligibles.

Ejemplo de widget de GPSies en formato AllTrails

Os dejo una foto porque, debido a la transformación, los widgets pueden cambiar o dejar de funcionar en cualquier momento.



Tras ponerme en contacto hace unos días con el servicio técnico, de momento no he obtenido solución a la desaparición de fotos y autotraducción de textos por defecto.

Probé la migración de plataforma: si eres un usuario de GPSies puedes volcar todos los datos de tu cuenta a AllTrails (así me creé el siguiente perfil). En principio la plataforma no me parecía mala, pero en seguida noté que, aunque contaba con unas "listas" para agrupar rutas de otras personas, no parece posible hacer agrupaciones de tus propias rutas.

Y de pronto, algo que no me esperaba en absoluto: no he conseguido encontrar la opción de insertar mapas de AllTrails, por lo que sospecho que las inserciones que aparecen actualmente en mi página son únicamente restos de la integración de GPSies, y que la nueva plataforma no permitirá en el futuro compartir los mapas de tus excursiones en un blog como este. De ser así, AllTrails no me sirve para nada.


¿Otras opciones?


La verdad es que no he encontrado buenas alternativas a GPSies. Lo que parecía una plataforma muy simplona va a resultar finalmente insustituible.

Existe un auge de las aplicaciones deportivas (como Strava), pero estas aplicaciones están orientadas a medir tu rendimiento deportivo, y no es el interés en esta página. Aquí queremos hacer las rutas con calma, disfrutando del camino, explorando cada rincón de los lugares cercanos o lejanos. Es decir, para mi es mucho más importante poder poner waypoints en una localización interesante que he descubierto (cosa que yo no he visto en Strava) que saber la tabla del ritmo medio por kilómetro. Además de todo ello, salvo error, Strava no tiene widget de mapa, sino que sólo dispone de uno de rendimiento semanal y otro de últimas actividades, enfocados a correr y al ciclismo.

En lo referente a rutas, se suele tener en mente Wikiloc. Sin duda, es una de las plataformas que más rutas contiene de cara a la consulta. Sin embargo, el diseño de Wikiloc es, en mi opinión, horrible. Los waypoints sólo disponen de un icono (una banderita) y el detalle de los mismos está en una lista separada con texto e imágenes a mogollón, en lugar de estar integrado en el propio mapa. Esto hace que se pierda un poco la asociación entre la localización y la información: si te interesa una localización, pinchas en la banderita y te lleva a un texto fuera del mapa. Si quieres ver la localización de nuevo a la que corresponde el texto que estás leyendo, tienes que volver a subir a la posición en la que estaba el mapa y volver a buscar la banderita. Es  un método de mostrar la información que creo que desaprovecha por completo el potencial de los mapas.

Por otra parte, no he conseguido que las fotos se coloquen automáticamente en su posición y creo que me ha limitado los waypoints a 25 (borrándome alguno) y suavizado el trazado de la ruta (haciéndola más irreal). En el widget para insertar en una web, directamente no se pueden leer las descripciones de los waypoints (sólo los títulos y las fotos con un tooltip). A su favor, me ha gustado mucho poder meterle el mapa ráster del Instituto Geográfico Nacional, que es el que suelo usar cuando estoy realizando la ruta desde OruxMaps.


Powered by Wikiloc
Ejemplo de widget de Wikiloc

Google Maps es una buena alternativa para mostrar rutas y waypoints con imágenes y texto, y de hecho yo lo uso mucho para preparar mis excursiones. Sin embargo, en la parte social es más pobre (se puede compartir con enlaces, pero no es una plataforma diseñada para la publicación de rutas). Además, no muestra el perfil de altitudes, y los datos sobre la distancia están más "escondidos". Es decir, al contrario que Strava, peca de falta de análisis de los datos.

Ejemplo de widget de Google Maps


Tambien he probado Map My Tracks, pero parece que no permite waypoints, no muestra altitudes en el widget, y éste es un poco feo. Además que se pone en marcha mostrando la ruta a un desesperante tiempo real.

Ejemplo de Widget de Map My Tracks

Conclusión


GPSies parecía una plataforma sencilla y desenfadada (con su vaca con antena GPS y su lema "rutas para vagavundos"), creada por Klaus Bechtold como un hobby en 2006 y, sin embargo, en 2019 es sin duda la alternativa que mejor se adapta a mis necesidades. AllTrails está para mi gusto un poco lejos de lo que ofrecía GPSies gratis, y no tengo claro qu su intención sea igualar su oferta. Quedará por ver por cuánto tiempo se mantiene el servicio de GPSies, o como se va degradando para forzar el paso a una plataforma que, hoy por hoy, ofrece menos.

domingo, 8 de septiembre de 2019

Paso a Paso: Pezuela - Olmeda

Qué encontrarás en esta entrada?
  • Crónica de mi excursión desde Pezuela de las Torres hasta Olmeda de las Fuentes.
  • Fotografías del camino.
  • Un poco de historia de los sitios visitados. 

Hacía tiempo que no hacía un "Paso a Paso", la sección en la que tomo una ruta y la desgrano al máximo detalle, con fotos, mapas y comentarios, para que os sintáis como si la hubieseis hecho conmigo.

Hoy toca Pezuela de las Torres, Ambite, Villar del Olmo y Olmeda de las Fuentes.


Os dejo el mapa para que lo podáis ir siguiendo.


Aunque hoy traigo algo nuevo (nuevo para la sección "Paso a Paso", aunque no para el blog). Se trata de un widget de Ayvri: un mapa 3D interactivo que os permite seguir la ruta kilómetro a kilómetro. En la barra inferior se puede pulsar en cualquier parte de ella para avanzar o retroceder en el viaje, también se puede girar la cámara pinchando y arrastrando con el ratón, acercar o alejar el zoom con la rueda, cambiar la velocidad con la que se recorre la ruta con los controles, etc. Ahora, más que nunca, podéis sentir que habéis hecho la excursión sin las agujetas que conlleva.


Y empezamos con el "Paso a Paso". Arriba a la izquierda del widget anterior se pueden desplegar las estadísticas, viéndose la hora local. Podéis pinchar en distintos puntos de la barra inferior para seleccionar la hora que queráis, pudiendo seguir el siguiente texto con el apoyo visual del widget.

Tenía programado llegar a las 9:30 a Pezuela de las Torres, un municipio de la comunidad de Madrid en el límite con Guadalajara. Finalmente, el autobús 271 de deja un poco antes, y aprovecho para hacer una visita a la cercana Ermita de Santa Ana.


Sin poder acceder a su interior, sólo puedo ver su arquitectura externa, destacando por su simpleza. No es la primera vez que visito el municipio, y desde este punto estoy tentado a acortar ya desde el principio por el Camino del Llano, pero finalmente voy por la Calle Mayor para ver la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora y su picota, símbolo de su independencia judicial alcanzada en 1554.



Me encuentro un pueblo en fiestas, con banderines colgando de las calles. Aunque es 7 de Septiembre y su día grande es el 14 (en honor al Santísimo Cristo del Socorro), el pueblo lleva de celebraciones desde el pasado 31 de agosto.

Extracto del programa de las fiestas de Pezuela de las Torres. Ver programa completo.

Al consultar con posterioridad el programa, veo que su primera actividad del día empezará las 12:00, por lo que no tengo oportunidad de ver ni los encierros con toros hinchables, ni la fiesta de la espuma en la picota.

Poco a poco sigo la Calle Mayor, y poco a poco salgo del pueblo, hasta el punto de convertirse en carretera (M-234) y pasa a llamarse Calle Hortaleza. Son las 9:45 y me desvío por el segundo sendero que me encuentro hacia el sureste, por el Camino de las Corralizas. Se trata de un camino entre extensas tierras de cultivo, salpicadas puntualmente por pequeñas formaciones rocosas y por alguna que otra encina, que se van haciendo más frecuentes según avanzo. La mañana se ha levantado especialmente fría y nublada en comparación con los días anteriores. Voy con cazadora y, a lo lejos, en las montañas del este, se ven lluvias cayendo con fuerza.







Continúo andando, son las 10:15 y me topo con una puerta cerrada y una finca vallada. Preparando la excursión, con las fotos del satélite, vi varias zonas sospechosas. Desde arriba el camino parecía continuar, pero una tenue línea perpendicular (y, sobre todo, su sombra) parecía indicar que a lo mejor existía una puerta que impedía el paso.


Gracias a detectar esto, pude planificar mi excursión en consecuencia.

Prosigo por el camino paralelo a la valla. El paisaje sigue siendo muy similar, si bien es verdad que cada vez hay más encinas, sobre todo tras la vaya, donde empiezan a formar un bosque de gran espesor.


Al llegar a Cabaña Blanca, me encuentro un "chozo". Parte de esta ruta se desviaba para ver el Chozo de los Castaños de Villar del Olmo (os adelanto que no tuve mucha suerte con esta parte de la excursión, pero cito la referencia porque en su página se puede encontrar información sobre estas estructuras). Los chozos eran unas pequeñas cabañas de piedra construidas por los pastores para refugiarse.

Esquema sacado del material informativo del Ayuntamiento de Villar del Olmo

La arquitectura típica de la zona solía consistir en una pequeña construcción de base circular abovedada, con un orificio en la parte superior, de tal manera que se pudiese hacer un fuego dentro y tuviera una salida para el humo. A veces, estas construcciones se acompañaban de un pequeño cercado rectangular de piedra, colocándose el chozo en una de las esquinas del mismo.

El chozo de Cabaña Blanca está excepcionalmente conservado, por lo que no estoy seguro de su datación. Quizás se haya reformado o sea directamente una recreación más moderna de estas construcciones que pueden datar de hace varios siglos atrás.

Chozo de Cabaña Blanca

Habiendo visto lo anterior, se me dispararon todas las alarmas: ¿no sería un chozo esa extraña construcción que encontré en el Cerro de las Pedrizas, en el camino desde el Ecce Homo a Los Santos de la Humosa?

Ruinas del Cerro de las Pedrizas

Aunque en la foto no se aprecia bien, también en ese caso encontré una pequeña construcción de piedra de base circular y que parecía crecer en forma de bóveda, adosada a un pequeño recinto rectangular, aunque su estado de conservación era casi nulo.

10:50 y sigo andando. Me incorporo a la Cañada de las Merinas. Como vemos por los nombres y las construcciones, la zona tiene unas raíces ligadas a la ganadería y al pastoreo. Algo más adelante tengo un problema con el GPS del reloj. Por suerte, voy grabando la ruta en paralelo con el móvil y gracias a eso he podido traérosla hoy.

Paso a paso llego a la carretera M-219. Cerca de ella, varias fincas dedicadas a actividades con caballos impregnan de ese peculiar aroma la zona.


La carretera se cruza sin ninguna dificultad. En el momento de hacerlo yo, el tráfico está únicamente compuesto por ciclistas. Continúo siguiendo las primeras indicaciones que señalizan la ubicación y distancia de Ambite.

Las 11:50 y comienzo el descenso por el Barranco del Arca después de una ruta que hasta el momento ha sido bastante llana. El camino de tierra sigue siendo amplio, y aunque empieza a caer más en pendiente, se avanza cómodamente por él y la bajada es bastante gradual. De hecho, aunque no esté asfaltado, casi es carretera más que camino, porque cuenta con varias señales de tráfico que parecen indicar que por allí pasan los coches sin problema. Respecto a las señales, llama la atención que están bastante tiroteadas, y es que la zona parece ser una reserva de caza.
Durante mi descenso, no me topo con ningún vehículo. De hecho, pensándolo más tarde, se trata de una ruta bastante tranquila. En los casi 30 Km, y exceptuando los tramos por carretera y la gente que sí había dentro de los distintos pueblos, por los caminos sólo me topo con un agricultor a la salida de Pezuela de las Torres.

Bajando por el barranco se empieza a tener unas vistas de la vega del Tajuña y aparece Ambite en el camino. El paisaje de monte lo conforman algunas encinas, algunas formaciones rocosas y matorrales de baja altura que van dando paso a zarzamoras y árboles frutales que parecen indicar la presencia de agua cerca. Lo primero que me encuentro es un parque infantil y, algo más abajo, la Fuente del Arca.



Ambite me recibe con un sol de justicia. En unos pocos minutos cambio el abrigo que me ha sido más que necesario a lo largo de la mañana por la manga corta y una gorra que me proteja del calor que ahora azota.

Ambite es otro pequeño municipio (menos de 700 habitantes en 2017) fronterizo entre las comunidades de Madrid y Guadalajara. Aunque hay evidencias de pobladores en el valle del Tajuña desde tiempos inmemoriales, las primeras referencias a Ambite son del s.XII, y su historia está ligada a la de la ciudad complutense.
Como otros pueblos de la zona, estuvo bajo dominio musulmán con el nombre de Ambith et Balmores. En la reconquista cristiana de Alcalá de Henares (en 1118, en el asalto desde el Malvecino por parte de las tropas del arzobispo de Toledo del que hemos hablado en otras ocasiones) también se procede a reconquistar otros pueblos de la Comarca de Alcalá, incluyendo a Ambite.
En 1537 consigue ser declarada villa, de tal manera que adquiere la independencia de Alcalá de Henares, pero sigue perteneciendo al arzobispo de Toledo. En 1537 pasa a manos de Esteban Lomelín, primer señor de estas tierras, y en la segunda mitad del s.XVI el municipio pasa a ser administrado por su vizconde, Alonso de Peralta y Cárdenas, diplomático al servicio de Felipe II. A partir 1664 los descendientes del vizconde serán conocidos como Marqueses de Legarda, a los cuales pertenecía el Palacio de Ambite, también conocido como Palacio de Legarda (ver más info).

Son las 12:30 y llego a la plaza del pueblo, desde la que puedo ver el ayuntamiento y Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Ambite.






Desde allí me dirijo al Palacio de Ambite, y disfruto de las vistas del valle del Tajuña desde el borde del barranco.







Se dice que el palacio estaba en su día situado en el centro del pueblo, pero un corrimiento de tierras destruyó todo dejándolo al borde del Barranco del Espinar. También se dice de su encina, catalogada como "Árbol Singular de la Comunidad de Madrid", que tiene más de 500 años y que el sabor de sus frutos predice la dicha de las parejas.

Salgo del pueblo pasando de nuevo por su plaza mayor y siguiendo la Calle Mayor hasta convertirse en la carretera M-215. Son las 13:10, y el caminar por carretera siempre es algo desagradable. En este caso hay un tráfico continuo, no hay arcén, la cuneta se desdibuja con la maleza y el calor pega con fuerza calentando el asfalto.


Por suerte, se trata de un kilómetro y medio solamente, por lo que pronto llego al Monumento a los Ojos.


El Monumento a los Ojos es un tanto... peculiar. Su promotor fue Federico Díaz Falcón, originario de Ambite y descrito por algunos como extravagante (y así lo plasma su obra). La estructura fue construida por el albañil Ángel López Fernández y contiene piezas de las cerámicas de Manises y de Talavera de la Reina realizadas por Miguel Gimeno y Rafael García Bodas. Se trata de tres arcos (aunque inicialmente sólo iba a ser uno de los laterales, que luego se amplió) con cerámicas que hablan de los ojos, desde los más poéticos, a los más solidarios que promueven la donación de estos órganos, pasando por alguno bastante surrealista. El monumento adquiere un aire especialmente macabro al darse cuenta de que en la actualidad han arrancado la mayoría de los ojos de él. Para más información sobre el monumento, pinchar aquí.

Inicialmente iba a seguir una ruta más o menos directa desde aquí a Villar del Olmo. Sin embargo, mientras preparaba la excursión me siento atraído por la Ruta del Chozo de los Castaños (como comentaba más arriba), por lo que intento llegar a ella desde aquí. Hay que continuar para ello por un puente por el que pasa una carretera sin arcén, con lo cual, no está exento de cierto riesgo. Jugándomela un poco, cruzo deprisa, llego al otro lado, y sigo la carretera hacia el noroeste. Al poco, aparece un camino a la izquierda: esa es mi ruta.


El camino sube por la ladera del barranco, viéndose desde ella la elevación del otro lado, dejando la carretera M-204 en la depresión entre ambos. Preparando la ruta desde casa vi en las fotos por satélite unas edificaciones destruidas, por lo que me desvío por un sendero que aparece hacia el norte para verlas. Al poco de salirme de la senda de la subida veo unas puertas hechas con listones de madera que parecen estar dispuestas para impedir el paso de vehículos, pero se puede pasar por su lado andando sin problema, y más adelante, las edificaciones con carteles que las identifican como parte del trazado de la Ruta de la vía del tren de los cuarenta días.





Ya hemos hablado del Ferrocarril de los 40 días con anterioridad (por ejemplo, en su paso por Pozuelo del Rey). Se trató de una iniciativa del gobierno republicano en plena Guerra Civil para recuperar el trasporte con levante, para lo cual quería crearse una infraestructura ferroviaria en tiempo récord desde Torrejón de Ardoz a Tarancón. Finalmente no fueron 40, sino 100 los días que se tardaron en construir, siendo muchos de los obreros que participaron prisioneros que habían militado en el bando nacional, lo que pudo alejar la tentativa del bombardeo aéreo por parte de este bando. Se inauguró oficialmente el 11 de junio de 1938 y tuvo uso durante un año hasta que finalizó la guerra, después de lo cual se desmanteló casi por completo.

Desconozco si las casas que vemos en las fotos fueron la estación o algún otro edificio para dar soporte a la línea.

Vuelvo al camino de ascenso del que me había salido, son ya las 14:15, y decido que es un buen momento para sentarme en una piedra bajo la sombra de un árbol y comer. El calor aprieta fuerte, por lo que la sombra se agradece, aunque el agua se me empieza a agotar.
Sin demorarme demasiado, continúo la marcha. Llego hasta la mitad de la ladera y continúo por el camino que tenía marcado, que más tarde descubriría que se trataba de la Ruta de la vía del tren de los cuarenta días en vez de la Ruta del Chozo de los Castaños que estaba buscando. Al principio el camino es bastante llano, aunque pedregoso, lo que hace el tránsito más lento. Se disfrutan de las vistas del otro lado del barranco y del valle en medio.



Ahora, en vez de seguir la cota de nivel, la ruta va haciendo crestas, subiendo y bajando, y aunque hay sombra en algunos puntos, el calor contribuye a agotarme y al gasto de agua. Empiezo a ver que el tema del agua es importante, y planeo comprar en el siguiente pueblo, aunque no tengo la certeza de encontrar allí un sitio abierto para ello.

Llego a la zona donde esperaba encontrar el Chozo de los Castaños, pero en su lugar veo un túnel del Ferrocarril de los 40 días. Investigo un poco la zona pero no encuentro nada (evidentemente, se debe encontrar bastante más alto, y no a media altura, a la que estoy yo), así que continúo mi camino. Mas adelante me encuentro un cruce señalizado donde se indica que efectivamente se tratan de dos rutas distintas, y no era por la que había venido yo.


Son las 15:30 y me voy acercando a Villar del Olmo. Atravieso un puente peatonal sobre la M-204 y me recibe el pueblo con una excelente panorámica.



Me adentro sediento y cansado, buscando una tienda para comprar agua y una sombra a la que sentarme un rato. Me planteo finalizar aquí mi pequeña aventura de hoy, pero quiero analizarlo con calma cuando haya descansado. Voy por la Calle Monte, la Calle Real, la Calle Amargura y veo su iglesia: la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Antigua. Sin embargo, está en obras y no presenta una bonita estampa en el momento de mi visita. Llama más mi atención su ayuntamiento, de un blanco reluciente.


Villar del Olmo es un municipio de la Comunidad de Madrid con unos 1800 habitantes (en 2005). Su historia también está relacionada con la de Alcalá de Henares. En época romana el auge de Complutum y la construcción de calzadas romanas benefició al municipio. Más tarde, fue tierra fronteriza entre árabes y cristianos hasta la reconquista de Alcalá de Henares en 1118, que estabilizó la zona e iniciaría la repoblación. El alfoz de las 25 villas, con capital en Alcalá de Henares, se regiría por el Fuero Viejo (establecido en 1135). En 1561 Villar del Olmo se convierte en villa al ser comprada por Juan de Ocón. Por esta época la actividad del municipio pasó de ser principalmente agrícola a ganadera.

A principios del sXVII, Juan de Goyeneche es una figura importante para Nuevo Baztán (como ya vimos en su día). Sin embargo, su auge, con el respaldo de la reciente dinastía de los Borbones en España y sus ambiciones territoriales, dan lugar a conflictos que afectan a Villar del Olmo. Con el cierre de las fábricas en Nuevo Baztán, Villar del Olmo también se resiente, aunque su población sigue creciendo encontrando un porvenir en la agricultura. Más información.

Hoy me lo encuentro también de fiestas patronales: Nuestra Señora de la Soledad, el 15 de septiembre, aunque como en el caso de Pezuela de las Torres, empiezan las celebraciones a finales de agosto. Se oye mucho bullicio a mi llegada y la gente sale riendo de algún evento, aunque mi búsqueda de agua prima sobre mi curiosidad en ese momento.
En la plaza del ayuntamiento me topo con alguien que me indica un pequeño comercio cercano donde puedo comprar una botella. Hidratado de nuevo y sentado en una sombra analizo la hora que es y los kilómetros que me faltarían hasta Olmeda de las Fuentes.

Tengo dos opciones: hacer tiempo para coger un autobús en este mismo pueblo (lo que quizás hubiese sido una buena idea para conocerlo mejor y disfrutar de sus fiestas), o caminar para cogerlo a su paso por el siguiente, con el riesgo de que en el intento me adelante y me quede en tierra. Aunque me he desviado mucho de mi plan inicial, y el tiempo corre un poco en mi contra, decido ponerme en marcha y hacer la excursión completa que había planificado en casa.

Son las 15:50 y decido coger el bus en Olmeda de las Fuentes, que está a unos 5 Km de donde me encuentro ahora. Me pongo rápido en camino por la Calle Carlos Ruiz y me topo con la Fuente de San Isidro a la que le saco una foto fugaz.


Más tarde giro por la Calle Juan Pablo II y tomo un camino que me lleva hacia el Cerro Grande. A media subida me doy cuenta de que ese no era el camino que tenía pensado (que se queda a media altura), y regreso para tomar el camino correcto. He perdido unos minutos preciosos y la hora de coger el autobús se acerca.


Ya en el camino correcto, continúo paralelo al Arroyo del Val y a la carretera M-234. Me encuentro algún cartel de peligro con abejas, así que intento pasar con cuidado por la zona. Hay pocos árboles y el calor aprieta: aunque haya repuesto el agua, me la estoy bebiendo con gran rapidez.


Finalmente, el camino desemboca en la M-234, y tengo que seguir un tramo más de tediosa travesía por carretera.


Un poco más adelante, giro hacia el este en la rotonda que va hacia Olmeda de las Fuentes y me adentro en el pueblo. Inicialmente pensaba meterme por un camino peatonal que parecía abrirse un poco antes de la rotonda a la izquierda, pasando luego por un túnel, pero por asegurar mi llegada antes del autobús, decido seguir el camino más corto: la carretera.


Son las 17:10 y he llegado a mi destino: la parada del 261 en Olmeda de las Fuentes. Me sobran incluso algunos minutos para sentarme a la sombra y relajarme.

Han sido unos 29 Km en los que hemos visitado cuatro pueblos (dos de ellos nuevos para mi). Hemos estado en sus fiestas, seguido el trazado de un antiguo ferrocarril republicano, visto chozos de ganaderos, etc.

Hasta aquí la aventura de hoy. Os veo en la próxima :)!