domingo, 23 de junio de 2019

La Alcarria sigue ahí...

Qué encontrarás en esta entrada?
  • Mi última excursión detallada paso a paso.
  • El cierre definitivo a mis rutas por la "Alcarria de Alcalá".

Wow! Un año ha pasado ya desde que completase mi heroica hazaña de recorrerme toda la Alcarria de Alcalá a pata desde mi casa en Alcalá de Henares en nueve salidas.


Como alguno de vosotros a lo mejor sabréis, el término "Alcarria de Alcalá" en sí mismo es algo controvertido. Mucha gente no lo acepta, hay quien lo llama de distintas maneras, y hay quien cree que nada une a estos municipios. Sin embargo, yo creo que sí hay una historia común que liga a estos lugares entre sí y con la ciudad complutense.

Como podéis ver en "el mapa de las nueve rutas" que publiqué en su día, hay una pequeña "trampa".


Hay una ruta que no parte desde la zona en la que vivo, sino que se inicia desde las afueras de Alcalá de Henares. Esta ruta es la que hice con un colega desde la estación de Cercanías Alcalá Universidad hasta Santorcaz pasando por Los Santos de la Humosa (06/09/2015). Técnicamente ya había llegado a Los Santos de la Humosa desde mi casa, precisamente fue en la primera ruta que lo inició todo (21/09/2013), pero es cierto que a Santorcaz, no había llegado andando desde mi casa.

(Mapa actualizado con la ruta de hoy e interactivo)

No tenía esto en mente cuando salí a andar ayer. Sólo la idea de hacer una ruta circular que pasase por Los Cerros, Anchuelo, Santorcaz y Los Santos de la Humosa. Esta idea surgió en la primera excursión a Santorcaz, en la que vimos los carteles que señalizaban cómo llegar a Anchuelo por la Carretera de Pastrana: todo estaba comunicado. Sin saberlo, he cerrado este pequeño punto pendiente al llegar a Santorcaz desde mi casa.

Una vuelta "a Alcalá"

Realmente no es "una vuelta al contorno de Alcalá de Henares", pero sí salí por un lado de la ciudad y entré por el otro tras una ruta circular de más de 30 Km.



Los Cerros de Alcalá

Iniciamos la ruta en la zona más meridional de la ciudad, en el borde donde el barrio conocido como Nueva Alcalá da paso al monte, aunque primero hay que ir un poco por la M-300, pasando el Puente del Zulema que cruza el Río Henares, hasta encontrarse a la izquierda con la entrada al parque "Los Cerros", llamado aquí por todos "El Parque Natural".


Desde la entrada del parque nos dirigimos al centro de interpretación (el cual creo que actualmente está cerrado) por el Camino de la Alvega, y desde allí seguimos el llamado Camino de los Catalanes, que es una de las rutas más típicas para llegar al Ecce Homo, el cerro más célebre del parque.







El parque "Los Cerros" tiene una modesta vegetación, interrumpida parcialmente por la reforestación de pinos. Hemos salido de casa a una hora muy temprana y empieza a amanecer en esta parte del trayecto, dejándose ver los primeros rayos de sol entre las ramas de los árboles. Conejillos, que aún parecen algo dormidos, salen corriendo al oírme acercarme.

Llegados a la bifurcación, continuamos hacia sudeste por el Camino de la Barca. Un viejo carro entre la maleza, convertido ya en un triste hito del parque, nos da la señal de que no nos hemos perdido.


Del Camino de la Barca hacia la izquierda sale un sendero bastante amplio que va hacia el Ecce Homo. En esta ocasión, lo dejamos a nuestra izquierda continuando por el camino principal hasta que este se une al Camino de Anchuelo y, finalmente, llegamos a una de las salidas del parque.



Anchuelo

Tras salir del parque estamos en tierras de Anchuelo. El paisaje cambia drásticamente, dando los pinos paso a los campos de cultivo de cereal.


Son unos 5 Km los que hay que recorrer para llegar al puente del tren. Por el camino, vemos gente trabajando los campos y algún deportista que ha salido a correr o pasear. Son las 9:00 de la mañana y el sol no aprieta aún con fuerza, pero lo intenta, a través de una fina capa de nubosidad que se lo dificulta.








Pasado el puente, en mi opinión, el camino pierde parte de su encanto. Los infinitos campos dan paso a una zona con fincas, algunas casas e invernaderos. Llegamos a la Ermita de la Virgen de la Oliva, que la apunté como hito a la hora de preparar la ruta, teniendo en mente algún histórico edificio que fuese fotogénico. Sin embargo, me encontré con un edificio de construcción moderna sin demasiado interés en mi opinión.



Santorcaz

Poco a poco vamos dejando atrás Anchuelo. Se acaba el camino y continuamos por la Carretera de Pastrana.


Esta parte de la ruta no consta de paisajes especialmente bonitos, y el tránsito se hace un poco farragoso. Nunca es agradable andar por carretera, y menos cuando éstas no tienen arcén. Sin embargo, no está demasiado transitada y se puede ir por ella con cuidado, saliéndose a la cuneta cuando sea necesario. La cuneta tiene algunos hierbajos que hacen costoso el avance, aunque no imposible. En cualquier caso, se trata sólo de un Km y medio más o menos.



Por otra parte, el sol empieza a picar.

Pronto llegamos al cruce con la M-226. Aquí tenía marcado, con cierto interés, la Ermita de Orcález. Investigo un poco la zona: al principio me resulta difícil encontrar un acceso, pero siguiendo la carretera un poco en dirección a Santorcaz, encuentro un puente de madera que da paso a un parquecillo con bancos y, al fondo, la ermita.




El estado del edificio me decepciona bastante. Me encuentro con una completa ruina comida por la maleza, que además se ve que han intentado apuntalar con una monstruosa a la vez que inestable estructura metálica, que también ha acabado por ceder, convirtiéndose todo ello en un amalgama de metal y piedra intransitable a la par que peligroso.

Continuamos un poco más al sudeste y nos topamos con Santorcaz. Aquí podemos ver unas llamativas casas de colores recibiéndonos, y si nos adentramos algo más, la Parroquia de San Torcuato.





La parroquia es de finales del s.XVI, y en ella hay un letrero dedicado al Cardenal Cisneros por su encarcelamiento al contiguo Castillo de Torremocha.



Los Santos de la Humosa

Volvemos por la Carretera de Pastrana hasta el cruce con la M-226, pasada la Ermita de Orcález, y desde allí nos dirigimos hacia el norte siguiendo la carretera.


Al poco de andar, a la derecha, vemos un pequeño merendero: un bosque con tupida sombra y unos bancos y mesas proporcionan un entorno ideal para un merecido descanso. Bebo un poco de agua pero no paro demasiado y en seguida continuo hacia el norte. Son las 11:00 y el calor ya no es ninguna broma. Sin sombras para cobijarse, se va acumulando, acentuando cada vez más la sensación de cansancio. Paso de nuevo el puente del tren y un club de Karts que rompe el silencio de la ruta con el ruido de sus motores.





Más adelante empiezo a entrar en el pueblo de Los Santos de la Humosa. Lo que más me llama la atención de aquí es la Iglesia de San Pedro, situada en el punto más alto, dominando el horizonte incluso cuando diriges tu mirada desde Alcalá de Henares.


Detalle del dibujo de Anton van der Wyngaerde (1565): ¿La Iglesia de San Pedro de Los Santos de la Humosa?


Vuelta a Alcalá

Atravesamos el pueblo y salimos por la Avendida de Madrid. Aquí, estoy seguro de que hay una ruta mucho más sencilla, pero me encabezono y me meto tras el quita-miedo de la carretera, por una zona donde no hay ningún espacio para caminar, y finalmente atravieso la maleza campo a través y con bastante dificultad para llegar al Camino de la Barca.


Este camino lleva directo a Alcalá de Henares, siempre y cuando se tenga cuidado y no se tome alguna bifurcación que se desvíe. Son unos 5 Km que se hacen realmente duros por la distancia y - sobre todo - el calor acumulados. Al igual que en tramos anteriores, o peor, en este caso es imposible encontrar la más mínima sombra. Campos de olivos, demasiado alejados del camino, ofrecen una ínfima cobertura sólo en un pequeño área bajo sus hojas.






Tras esos 5 Km (cuesta abajo) nos acercamos al Río Henares y aparecen algunas sombras esporádicas, aunque tampoco con demasiada frecuencia. Cruzamos el puente y ya estamos en el otro lado: el Camino de Los Santos de la Humosa, que da paso al Camino de los Afligidos (digo yo, que afligidos por el calor que hace viniendo de allí).

Estamos ya al lado del Centro Comercial Alcampo, y me siento en un momento muy tentado de coger el transporte público hasta mi casa. Sin embargo, saco fuerzas y continúo por el Camino de los Afligidos hasta la Avenida Lope de Figueroa. Ya en ciudad, aunque agotado por el calor, los edificios proporcionan sombras que hacen algo más llevadera la travesía, llegando hasta mi casa y cerrando el círculo.

Han sido más de 30 Km durante unas 7 horas y media en las que hemos visitado 3 municipios además del de origen/destino. Como uno de estos municipios era Santorcaz, he cerrado definitivamente el capítulo de recorrer la Alcarria de Alcalá. Sin embargo, dada la cercanía, no descarto hacer próximas excursiones por la zona. Eso sí, intentaré que eso sea cuando baje un poco el calor de los actuales días.

2 comentarios:

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